Kingdom Hearts representa una clara opción para el público en general, no especialista, de disfrutar con un RPG de calidad en un juego donde se dan cita el buen saber hacer de Square en este género y la magia de Disney, con casi más de 100 personajes de ambas compañías presentes.Con unos grandes mundos en 3D, unos adictivos combates en tiempo real y una duración más que considerable, os podemos asegurar que pasarás horas y horas de gran diversión, gozando de todos y cada uno de los combates mediante el aumento de tu pericia y habilidad, con la cual ganarás experiencia y nuevas habilidades que harán de los mismos algo más sencillos y a su vez más divertidos, ganando nuevos ítems, descubriendo mil secretos... En definitiva, que si por diversión fuera Kingdom Hearts merecería un monumento pues es sumamente entretenido, y además no has de preocuparte por su duración: tienes juego para rato. Para meses incluso... si sabes controlarte, cosa difícil dados tantos elementos de diversión.Kingdom Hearts es un buen juego. Dejando esto a un lado, la cuestión es si gustará o no y a quién. Lo primero, si eres un experto amante de los RPGs, quizá la aparente sencillez y el infantil aspecto de Kingdom Hearts no te den lo que buscas, al igual que no lo hará si eres un maniático de la perfección, pues KH jugablemente hablando queda lejos de ser perfecto, además de contar con esa mediocre conversión a PAL que hará que más de uno ni se haga con el juego, asunto en el cual no me meteré pues si lo hacen, será con toda justicia aunque, ojo, no lo recomiendo, pues una joya de este calibre debería ser disfrutada aun con el peso de esas odiosas bandas negras. Ahora bien, y ya para terminar, sólo decir que si eres un amante de la saga Final Fantasy de Square y has crecido junto a los Mickey, Donald, Goofy y cía, sé consciente de que no puedes perderte este juego, al igual que todas las personas que busquen un buen RPG y que no entren dentro de los dos grupos anteriormente mencionados. De esta forma, no podemos sino animaros a descubrir un mundo al que entrar cuesta 60 euros, pero que una vez dentro ofrece unas sensaciones y nostalgias que, realmente, no tienen precio.